Con el mes de agosto terminó un verano meteorológico que en apariencia resultó demasiado cálido y también demasiado largo. Digo en apariencia porque las cifras que voy a dar dicen que, salvo en algunos detalles importantes, fue un verano común, como los que venimos sufriendo desde que entramos en este siglo.
Primero los detalles importantes. Hay que resaltar la ola de calor extrema que sufrimos la última semana de junio con temperaturas récord para el mes y valores por encima de 41 °C en toda la comarca. Un episodio extremo que hacía décadas que no se había visto y menos aún recién estrenado el verano astronómico. El segundo dato a resaltar fue el número de días con máximas superiores a 35°C. Fueron 21 días, que aunque lejos de los 39 del famoso 2003 es el tercer registro histórico para Binéfar. Cabe decir que 20 de ellos se registraron en un mes, desde el 23 de junio y al 25 de julio.
El resto de datos estadísticos nos dan la imagen de un verano como tantos, muy cálido sí, pero dentro de los parámetros de los últimos dos décadas. La media del verano en Binéfar fue de 24,2° C , algo más de medio grado superior a la media (1981-2010), pero con cinco veranos más cálidos que éste desde el 2000. Los días con máximas por encima de los 30°C fueron 67, por debajo de la media, situada en 73 días. Lo mismo que con el recuento de noches tropicales (mínimas >20°C), que en número de 8 se quedó en torno a la media. Mencionar, eso sí, el registro extraordinario de temperatura mínima del 7 de agosto, que con 24,1 °C superó con creces el valor registrado en los últimos 20 años.
Respecto a las precipitaciones, decir que aunque el año agrícola terminó con un valor en torno a la media, 385 mm para el observatorio de Binéfar, llevamos un periodo extremadamente seco desde la primavera. La cantidad recogida durante este año 2019 hasta ahora ha sido de 187 mm, lo que supone exactamente el 50% de la cantidad media que recogemos de media en un año completo. El verano tampoco ayudó mucho y se quedó en 59 mm, el 80% de lo que suele caer. El único episodio reseñable del verano ocurrió durante las jornadas del 20-21 de agosto y las cantidades recogidas en la comarca estuvieron entre los 30 y 50 mm.
Esperemos que el otoño haga reverdecer de nuevo el monte y campo. De momento el agua llega a la zona mediterránea, aunque de forma no deseada, veremos en que queda esto.
