Los expertos americanos así lo indican. El tifón «Haiyan», que ha destrozado literalmente Filipinas, con vientos sostenidos de 320 km/h, se considera muy superior al terrorífico «Katrina» que afectó al Sur de Estados Unidos en 2005.
Por el momento se cree que puede haber más de 10.000 muertos, una autentica barbaridad y todavía podría ascender más esa cifra teniendo en cuenta imágenes como la de abajo, con poblaciones totalmente arrasadas. Además hay que tener en cuenta la multitud de islas y zonas costeras, más sensibles a estos episodios y sobre todo la precariedad de las edificaciones que hace que la población de esta zona se enfrente a estos monstruos sin apenas medios de defensa.
El efecto más devastador de estos huracanes (tifones en el Pacífico occidental) es el aumento súbito de nivel del mar debido a la tremenda succión producidas por las bajas presiones, cercanas a 900 mb (las típicas borrascas de nuestras latitudes raramente bajan por debajo de 985 mb), unido a los intensos vientos sostenidos que se producen en las paredes que rodean al ojo del huracán, por eso las zonas costeras suelen ser las más perjudicadas.
Y todavía sigue activo, ahora se dirige hacia Vietnam y el Sur de China y ya se ha evacuado a cientos de miles de personas.