Hace días que quiero hablar sobre el tema, pero no encontraba el momento. Hoy gracias a una noticia colgada en la nube me he decidido a escribir unas líneas, aunque tan solo sea para llamar la atención de lo que está pasando.
Supongo que todos hemos oído hablar de la obsolescencia programada. Si no es así dejo ya el enlace para que os hagáis una idea (http://www.oepelectrics.com/index.html). En pocas palabras es poner fecha de caducidad a cualquier bien de consumo, y una fecha bien cercana, nada de 20 o 30 años como antaño. Quién de los que rondamos los 40 no ha tenido un electrodoméstico que le ha durado o le dura 15 ó 20 años; nada de eso ocurre ya. Todo lo que compramos, empezando por prendas de vestir, herramientas, bombillas, pequeños y grandes electrodomésticos, hasta lo más grande que en nuestro caso sería el coche está fabricado para durar unos pocos años. En el caso de las prendas de vestir y herramientas lo consiguen usando materiales inadecuados que se deterioran rápidamente. Con los electrodomésticos y todo lo electrónico lo tienen fácil, un chip programado hace que el aparato quede inservible para el usuario en una fecha determinada o tras un número fijo de usos; a quién no le ha pasado con una impresora de las nuevas con unos pocos años de uso, a mí sí… Y lo de las bombillas ya es para nota. Las buenísimas bombillas de bajo consumo que tienen una vida de 10000 horas multiplican por diez la vida de las ya extintas de incandescencia, y eso fue un logro y un avance para la humanidad, y por supuesto para el medio ambiente, por su rendimiento y durabilidad. Pues ahí va eso, en un parque de bomberos de California hay una bombilla que lleva 112 años encendida, prácticamente sin interrupciones, más o menos, 1.000.000 horas, que les parece, asombroso ¿no?… pero también una muestra de que si las cosas se hacen bien y para que duren, efectivamente duran. (Imagen en tiempo real de la bombilla)
Y aquí estamos, viviendo en la vorágine del consumismo, viviendo nuestras pequeñas vidas que nos impone el sistema, con nuestras pequeñas preocupaciones, un día a día que nada tiene que ver con el cambio climático, ni con la sobreexplotación de los recursos, ni con los vertederos, ni con la explotación infantil, ni con el mañana… un mañana que desdeña hipócritamente ese 7% que maneja el 80% de la riqueza del planeta, con un sistema hecho a su medida. Pero ese mañana llegará y si no cambiamos nuestros hábitos, nuestros hijos o nietos o nosotros mismos veremos un planeta colapsado donde sirva de poco la riqueza material y tengamos que empezar de cero para sobrevivir.
Pero, a pesar de que el día a día nos tiene completamente absorbido el cerebro, y de ello se valen los «lobbys» o grupos de poder para manipularnos, todavía hay gente que se preocupa de ganarse la vida intentando hacer algo valiente y verdadero por cambiar el sistema, aunque solo sea a través de algo tan nimio como una bombilla. La empresa OEP Electrics con un español a la cabeza, Benito Muros, ha diseñado y comercializado una bombilla a un precio razonable con una garantía de uso de 25 años, nada que ver con lo hasta ahora usado y un ejemplo de que la tecnología bien dirigida nos puede abrir el camino de la sostenibilidad. Y una señal de que este es el buen camino son las numerosas presiones e incluso amenazas de muerte que ha recibido esta persona para que abandonara el proyecto.
En fin, un ejemplo para todos, y más hoy en día, en el que el acopio rápido y sin escrúpulos de riqueza lo es todo, poder y control. Y una pena el no vislumbrar un horizonte demasiado halagüeño para esta sociedad moderna de las TIC y de las necesidades inducidas por el marketing y la economía global que ha provocado una gran crisis de valores de todo tipo en las personas sustituyéndolo por lo material, porque nos cuentan que nos hará mucho más felices…
Bueno, mañana será otro día, rutina… olvido.
